Continúa desde Son House III (House, Patton y Brown)
Un día de principios de 1931, cuando las discográficas ya empezaban a experimentar descensos en sus ventas a causa de la situación económica, Nehemiah James, más conocido como “Skip” James, entró en la tienda que H. C. Speir tenía en Jackson. Era un joven de veintinueve años que se ganaba la vida como aparcero en las granjas o como peón en la construcción, pero también como contrabandista, jugador y proxeneta. Al atravesar la puerta del establecimiento descubrió que no era el único que portaba una guitarra; otros, como él, habían acudido a la audición convocada por Speir. Cuando le llegó el turno, James interpretó una de las canciones más melancólicas de su repertorio, “Devil got my woman”. En cuanto la escuchó, Speir supo que tenía ante sí a un músico excepcional y no tardó en contactar con Paramount para organizar una sesión en Grafton.
Skip James es una de las voces más reconocibles del blues. Carece de influencias directas, nunca manifestó mucho interés por las grabaciones de otros músicos ni tenía tendencia a compartir su trabajo. Decía que sus canciones se le aparecían mientras dormía y, ciertamente, su estilo es muy personal. A diferencia de las ásperas tonalidades habituales entre la mayoría de sus contemporáneos, James juega con timbres de voz y falsetes que dotan a los lamentos de sus canciones de cierta ambigüedad andrógina. Por otra parte, aunque entre el bullicio de un juke joint podría resultar una voz débil, fue de los primeros en hacer uso de las ventajas que ofrecían los modernos micrófonos.
James se había criado en una plantación a quince kilómetros de la ciudad de Yazoo, Misisipi. Sin hermanos, vivió sólo con su madre desde los cinco años; su padre, músico y contrabandista, abandonó la familia en 1907 perseguido por la justicia. James empezó a estudiar guitarra cuando cumplió los siete años y, más tarde, en la educación secundaria, adquirió conocimientos de piano.
Como Ishmon Bracey, House y tantos otros, “Skip” James también sintió la llamada de la vida religiosa y, en determinados momentos de su vida, se planteó seriamente abandonar la guitarra por la fe. En 1924, se encontraba en Bentonia trabajando como aparcero y, más tarde, ejerciendo el contrabando y otras actividades ilegales que le reportaban más beneficios que la música. A pesar de ello, cuando un cazatalentos del sello Okhe le escuhó en 1927, le ofreció una sesión de grabación que, finalmente, no se celebró por razones que se desconocen.
A finales de la década, se casó con la hija de dieciséis años de un clérigo, con quien se trasladó a Dallas en 1929. Pero su joven esposa no tardó en abandonarle por un héroe de guerra y James regresó a Bentonia. Más tarde, se estableció en Jackson dando clases de guitarra, piano y violín. Desde entonces, el músico mostró una gran desconfianza hacia las mujeres. Aquella experiencia de desamor fue la inspiración para los versos de “Devil got my woman”.
La sesión organizada por Paramount en Graftton tuvo lugar en febrero de 1931 y se grabaron veintiséis canciones. Para desilusión de James, ninguna tuvo un gran impacto en la audiencia. La primera que publicó el sello fue “Hard Time Killin’ Floor Blues”, en la que James habla de las desastrosas consecuencias de la Gran Depresión.
Aunque está considerada como su obra maestra, el disco fue un fracaso en ventas. La única canción que le reportó algún beneficio considerable fue “I’m So Glad”, que más tarde sería versionada con enorme éxito por Cream.
A finales de 1931, James localizó a su padre en Texas, que para entonces era el reverendo E. D. James. Tras el reencuentro, el músico tomó la decisión de abandonar el contrabando y el blues para participar en la iglesia que su padre guiaba en Dallas. Sin embargo, y aunque rechazó alguna oferta de grabación ofrecida por Speir, James no abandonó la música. En 1935 salió de gira con el Dallas Jubilee Quartet, un cuarteto de góspel que él mismo dirigía.
A principios de la década de 1940, se había trasladado a Birmingham, Alabama, trabajando en la construcción. Allí venció su desconfianza hacia el sexo femenino y se casó por segunda vez. En 1948 volvió de nuevo a Bentonia, donde intentó retomar su carrera musical sin éxito. No se volvería a saber nada de la música de Skip James hasta su redescubrimiento en el Festival de Newport de 1964.
Un día de principios de 1931, cuando las discográficas ya empezaban a experimentar descensos en sus ventas a causa de la situación económica, Nehemiah James, más conocido como “Skip” James, entró en la tienda que H. C. Speir tenía en Jackson. Era un joven de veintinueve años que se ganaba la vida como aparcero en las granjas o como peón en la construcción, pero también como contrabandista, jugador y proxeneta. Al atravesar la puerta del establecimiento descubrió que no era el único que portaba una guitarra; otros, como él, habían acudido a la audición convocada por Speir. Cuando le llegó el turno, James interpretó una de las canciones más melancólicas de su repertorio, “Devil got my woman”. En cuanto la escuchó, Speir supo que tenía ante sí a un músico excepcional y no tardó en contactar con Paramount para organizar una sesión en Grafton.
Skip James es una de las voces más reconocibles del blues. Carece de influencias directas, nunca manifestó mucho interés por las grabaciones de otros músicos ni tenía tendencia a compartir su trabajo. Decía que sus canciones se le aparecían mientras dormía y, ciertamente, su estilo es muy personal. A diferencia de las ásperas tonalidades habituales entre la mayoría de sus contemporáneos, James juega con timbres de voz y falsetes que dotan a los lamentos de sus canciones de cierta ambigüedad andrógina. Por otra parte, aunque entre el bullicio de un juke joint podría resultar una voz débil, fue de los primeros en hacer uso de las ventajas que ofrecían los modernos micrófonos.
James se había criado en una plantación a quince kilómetros de la ciudad de Yazoo, Misisipi. Sin hermanos, vivió sólo con su madre desde los cinco años; su padre, músico y contrabandista, abandonó la familia en 1907 perseguido por la justicia. James empezó a estudiar guitarra cuando cumplió los siete años y, más tarde, en la educación secundaria, adquirió conocimientos de piano.
Como Ishmon Bracey, House y tantos otros, “Skip” James también sintió la llamada de la vida religiosa y, en determinados momentos de su vida, se planteó seriamente abandonar la guitarra por la fe. En 1924, se encontraba en Bentonia trabajando como aparcero y, más tarde, ejerciendo el contrabando y otras actividades ilegales que le reportaban más beneficios que la música. A pesar de ello, cuando un cazatalentos del sello Okhe le escuhó en 1927, le ofreció una sesión de grabación que, finalmente, no se celebró por razones que se desconocen.
A finales de la década, se casó con la hija de dieciséis años de un clérigo, con quien se trasladó a Dallas en 1929. Pero su joven esposa no tardó en abandonarle por un héroe de guerra y James regresó a Bentonia. Más tarde, se estableció en Jackson dando clases de guitarra, piano y violín. Desde entonces, el músico mostró una gran desconfianza hacia las mujeres. Aquella experiencia de desamor fue la inspiración para los versos de “Devil got my woman”.
La sesión organizada por Paramount en Graftton tuvo lugar en febrero de 1931 y se grabaron veintiséis canciones. Para desilusión de James, ninguna tuvo un gran impacto en la audiencia. La primera que publicó el sello fue “Hard Time Killin’ Floor Blues”, en la que James habla de las desastrosas consecuencias de la Gran Depresión.
Aunque está considerada como su obra maestra, el disco fue un fracaso en ventas. La única canción que le reportó algún beneficio considerable fue “I’m So Glad”, que más tarde sería versionada con enorme éxito por Cream.
A finales de 1931, James localizó a su padre en Texas, que para entonces era el reverendo E. D. James. Tras el reencuentro, el músico tomó la decisión de abandonar el contrabando y el blues para participar en la iglesia que su padre guiaba en Dallas. Sin embargo, y aunque rechazó alguna oferta de grabación ofrecida por Speir, James no abandonó la música. En 1935 salió de gira con el Dallas Jubilee Quartet, un cuarteto de góspel que él mismo dirigía.
A principios de la década de 1940, se había trasladado a Birmingham, Alabama, trabajando en la construcción. Allí venció su desconfianza hacia el sexo femenino y se casó por segunda vez. En 1948 volvió de nuevo a Bentonia, donde intentó retomar su carrera musical sin éxito. No se volvería a saber nada de la música de Skip James hasta su redescubrimiento en el Festival de Newport de 1964.
La Historia del Blues continuará con Mississippi John Hurt
0placobstul-bo Julie Ritter https://wakelet.com/@isscinphaset637
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