La Historia del Blues: T-Bone Walker

T-Bone Walker

Continúa desde Billboard y la huelga de músicos (1942-1943)

A mediados de los años 40, irrumpió de manera masiva y revolucionaria un instrumento que sería adoptado por la mayor parte de los músicos de blues: la guitarra eléctrica. Fender y Gibson, los principales fabricantes de guitarras, empezaron a dominar el mercado de los bajos y las guitarras eléctricas. La calidad del sonido en las grabaciones mejoró gracias a micrófonos y amplificadores de mayor potencia. Además, las grabaciones incorporaron la tecnología de cinta magnética que sustituyó a las grabaciones directas al disco e hicieron su aparición las grabaciones multipistas.

Después del ataque a Pearl Harbour, Estados Unidos necesitaba construir barcos para su flota del Pacífico, y la ciudad de Los Angeles, en California, se convirtió en un importante centro de trabajo. La II Guerra Mundial impulsó a muchos afroamericanos a desplazarse a la Costa Oeste atraídos por las ofertas de empleo en la industria bélica. En las ciudades empezaron a proliferar clubes que proporcionaban animación a los trabajadores en sus horas de ocio, y una avalancha de artistas, principalmente de Texas, se desplazó hasta allí en busca de oportunidades. Esta nueva generación de músicos influidos por el rhythm & blues desarrollaron un estilo que combinaba la técnica guitarrística de Blind Lemon Jefferson con tendencias más orientadas al swing y al jazz.

T-Bone Walker
Uno de los artistas más influyentes de esta generación fue T-Bone Walker, que con su guitarra eléctrica sacudió el mundo del blues durante la Segunda Guerra Mundial y los años que la siguieron. Walker contribuyó más que nadie a que la guitarra dejara de ser sólo un instrumento rítmico en el blues y asumiera funciones melódicas. Derribó todas las barreras que mantenían en un gueto cultural a los músicos de blues aislados de otras corrientes de la música popular norteamericana, y fue pionero mezclando el blues con otros géneros como el jazz, el boogie-woogie o el country. Su virtuosismo instrumental y las innovaciones estilísticas y técnicas que introdujo transformaron la música de blues.

Walker, que había nació en 1910 en Linden, Texas, se mudó al área de Dallas con su madre cuando tenía dos años. En su hogar, la música era algo muy habitual y, durante su adolescencia, aprendió a tocar el violín, la mandolina, el banjo y la guitarra de su padrastro, Marco Washington, que tocaba en una banda de cuerda llamada Dallas String Band. Fue el protegido de Blind Lemon Jefferson, que era amigo de la familia, y  mediados de la década de 1920, Walker empezó a presentarse como músico y bailarín en ferias de atracciones y espectáculos de medicina. Más tarde, colaboró con la cantante de blues Ida Cox.

Las habilidades de Walker quedaron patentes cuando ganó un concurso de talentos convocado en un show de Cab Calloway en Dallas, captando la atención de un cazatalentos de una discográfica. En esta época, su sonido aún se encontraba en la tradición del blues rural y así quedó reflejado en su grabación de 1929 para Columbia. Con el nombre de Oak Cliff T-Bone , el sello lanzó un primer single con “Trinity River Blues” y “Wichita Falls Blues”. Tendría que pasar más de una década para que volviera a grabar.

En 1935 se casó con Vida Lee y se trasladó a California, donde no tardó en encontrar trabajo como bailarín en la banda del saxofonista Big Jim Wynn. En 1939, destacó como vocalista en la orquesta de Les Hite, con la que grabó “T-Bone Blues” para el sello Varsity Records en 1940. Pero Walker pronto se convirtió en una atracción por sí mismo en la escena de Los Angeles gracias a sus acrobacias con la guitarra. Volvió a los estudios en 1942, esta vez con el pianista Freddie Slack y su orquesta, para grabar “Mean Old World” y “I Got a Break Baby”.

Aunque fue considerado no apto para el servicio militar debido a sus pies planos, Walker actuó en una serie de espectáculos para las tropas americanas. Durante el período de la II Guerra Mundial, vivió entre California y Chicago, donde actuó con regularidad en el Rhumboogie Club de Windy City.

En 1947 realizó una serie de grabaciones históricas para el sello Black & White. Fusionando su creatividad con su experiencia técnica, presentó un nuevo sonido de blues en canciones como “They Call It Stormy Monday” o “T-Bone Shuffle”, quizá su canción más emblemática.

En 1950 empezó a grabar para Imperial Records y, durante cinco años, registró una buena serie de estándares de blues y experimentó con el funky en una colaboración con el director de orquesta Dave Batholomew. Más tarde, firmó con Atlantis Records y realizó una sesión al estilo de Chicago con Junior Wells y Jimmy Rogers, así como una sesión instrumental con el guitarrista de jazz Barney Kessel.

Participó en el American Folk Blues Festival de 1962 junto al pianista Memphis Slim y el prolífico compositor y músico Willie Dixon entre otros, lo cual le proporcionó nuevas giras por Europa. Walker siguió grabando y en 1970 ganó un Grammy con el tema “Good Feelin”.

Su carrera comenzó a relajarse después de sufrir un derrame cerebral en 1974. Murió en marzo de 1975, a la edad de 64 años.

La Historia del Blues continua con Lowell Fulson

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