Durante la década de 1930, Son House fue la principal inspiración para músicos de Misisipi como Robert Johnson o Muddy Waters, los cuales no tardaron en mostrar, a su vez, su destreza como innovadores del blues. Cuando el folklorista Alan Lomax, que recorría el país con su grabadora documentando todo tipo de música regional, localizó a House en Robinsonville, Misisipi, en 1941, el bluesman llevaba once años sin entrar en un estudio de grabación. Obligado por la Gran Depresión, el músico del Delta habñia tenido que realizar diversos trabajos que complementaran los escasos ingresos que obtenía con su guitarra en fiestas y picnis.
Aunque en sus viajes Lomax grabó a miles de bandas, coros y cantantes, Son House fue el músico que más le impresionó y dijo de su blues que era el más memorable que jamás había documentado. Las grabaciones realizadas entre 1941 y 1942 fueron cuidadosamente remezcladas en 1990 por el propietario de Biograph Records, Arnold Caplin, con la ayuda de la Biblioteca del Congreso. El resultado es uno de los discos de country blues más poderosos que se han hecho jamás.
La poderosa voz de House parece emerger de su misma alma dotando de una sorprendente resonancia emocional a su música. Durante toda su vida, Son House, que empezó cantando como predicador de iglesia, estuvo dividido entre la religión y la vida violenta repleta de whisky y mujeres que le proporcionaba el blues; ningún bluesman ha cantado con tanta fuerza mística.
Las primeras cinco pistas de este álbum pertenecen a la sesión de 1941 y contienen algunas de las canciones más famosas del género. En ellas aparece Son House acompañado con la guitarra de su buen amigo Willie Brown, el violín de Joe Martin y la armónica de LeRoy Williams. Las grabaciones se realizaron en una tienda de comestibles, desde la cual se puede escuchar el rugido de las locomotoras de vapor que pasaban por las cercanías. Esas canciones de blues áspero servirían de inspiración para las bandas de Muddy Waters en Chicago.
Las diez pistas restantes que completan el álbum presentan a Son House en solitario realizando unas excelentes interpretaciones tanto a la voz como a la guitarra.
El contenido del CD relanzado por Biograph en 1990 es una descripción clásica de la música de Son House, un músico que contribuyó de manera única a la evolución del blues.
La poderosa voz de House parece emerger de su misma alma dotando de una sorprendente resonancia emocional a su música. Durante toda su vida, Son House, que empezó cantando como predicador de iglesia, estuvo dividido entre la religión y la vida violenta repleta de whisky y mujeres que le proporcionaba el blues; ningún bluesman ha cantado con tanta fuerza mística.
Las primeras cinco pistas de este álbum pertenecen a la sesión de 1941 y contienen algunas de las canciones más famosas del género. En ellas aparece Son House acompañado con la guitarra de su buen amigo Willie Brown, el violín de Joe Martin y la armónica de LeRoy Williams. Las grabaciones se realizaron en una tienda de comestibles, desde la cual se puede escuchar el rugido de las locomotoras de vapor que pasaban por las cercanías. Esas canciones de blues áspero servirían de inspiración para las bandas de Muddy Waters en Chicago.
Las diez pistas restantes que completan el álbum presentan a Son House en solitario realizando unas excelentes interpretaciones tanto a la voz como a la guitarra.
El contenido del CD relanzado por Biograph en 1990 es una descripción clásica de la música de Son House, un músico que contribuyó de manera única a la evolución del blues.
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